Una población envejecida y un sistema fragmentado obligan al sector de la salud a apostar por la digitalización, después de que el fin de la pandemia haya reunido las nuevas demandas con los viejos anhelos.
Una población envejecida y un sistema fragmentado obligan al sector de la salud a apostar por la digitalización, después de que el fin de la pandemia haya reunido las nuevas demandas con los viejos anhelos.